El sector de la construcción lo forman no solo las constructoras y promotoras. También los industriales fabricantes de productos, los que procesan materiales básicos (ej. áridos, hormigón…) o proporcionan servicios, los diversos técnicos y estamentos que intervienen en el proyecto, en la ejecución, en el control y la finalización.
Tradicionalmente, el sector de la construcción ha mostrado una actitud refractaria hacia la sostenibilidad, la normalización y la mejora. La situación ha cambiado drásticamente tras la crisis del 2008, que ha obligado al sector a modernizarse y mejorar su competitividad.
La Unión Europea avanza hacia la normalización del sector. El Reglamento (UE) 305/2011 supone una nueva oportunidad para los fabricantes de productos de la construcción de avanzar, de establecer sistemáticas, controles y herramientas de mejora que deriven en unos productos de mayor calidad y más competitivos.
La Unión Europea y las diferentes administraciones públicas españolas están potenciando la contratación pública verde. Huella de carbono, Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), LEED, BREEAM o VERDE son sistemáticas que han venido para quedarse. Habrá organizaciones que no aprovecharán la oportunidad y verán pasar otra ocasión perdida.