Las relaciones y pactos entre la propiedad de una empresa quedan regulados en los acuerdos estatutarios. Son eficaces frente a terceros, pero insuficientes para regular todos los aspectos que inciden en la empresa familiar:
- Acceso y salida de los miembros familiares de la gestión y de la propiedad de la empresa, sucesión, resistencia a la sucesión,
- Formación de los futuros directivos,
- Políticas de retribución,
- Entrada de nuevas generaciones,
- Pactos intrafamiliares,
- Código y valores éticos,
- Fórmulas para la resolución de conflictos, etc.
En el momento de la sucesión, la apertura de foros de comunicación es recomendable. Se crea un escenario donde todos los miembros pueden expresarse y llegar a acuerdos que facilitarán el buen gobierno de la Sociedad.
El Protocolo familiar (plan de relevo generacional, family constitution o protocolo de sucesión de la empresa familiar), como pacto parasocial, es un instrumento específico de la empresa familiar para regular todos aquellos aspectos que faciliten su continuidad, anticipándose a las eventuales discrepancias que puedan surgir en su seno y garantizando su continuidad.
Todos estos aspectos deben ser acordados antes de que puedan surgir las discrepancias. El protocolo familiar, en este sentido, se muestra como el instrumento más adecuado.